domingo, julio 22, 2007

Dos Excusas Colombianas: La Coca, Las Armas

Un problema es algo que se puede resolver, una excusa es una solución cobarde para ocultar los problemas. Colombia como todos los países de América Latina, es una hacienda llamada Las Excusas, un país prehistórico en el mundo globalizado y actual. Una hacienda inútil y absurda, un islote que vive con los mismos vicios desde su fundación, y cada vez más innecesaria. Hace 400 años si Colombia desaparecía del mapa mundial, España perdía grandes cantidades de oro para sus guerras, éramos al menos una hacienda inútil pero que le servía al mundo. Hoy en día si Colombia desaparece del mapa actual, pasaría verdaderamente algo? Alguien depende de nosotros? Cual es nuestra posición estratégica que hace de nosotros un país competitivo en el mundo?
No hemos podido progresar por culpa de nuestra hipocresía en terminar creyendo que tenemos que resolver excusas y no problemas. Resolver una excusa es crear un problema, con lo cual hemos pasado nuestra historia creando problemas. Estas son las 4 grandes excusas hoy en día en Colombia que nos desvían del objetivo primordial: hacer parte del mundo globalizado.
Soy un joven colombiano hastiado de esta situación infernal y absurda. No soy un experto, ni pretendo poseer la verdad. Quizás sea irresponsable escribir desde el sólo sentido común, intentaré ser lo más pragmático posible.

La Coca y las Armas

Las excusas más cobardes y más mediatizadas, sin embargo no creo que un país de 42 millones de personas pueda estar inmovilizado eternamente por culpa de un vegetal y de 100 mil personas que se matan entre ellas.

Comencemos por un caso estúpido:
Fumigamos todos los campos de coca e invitamos a todos los guerrilleros, a todos los paramilitares y a los soldados del ejército a un partido de fútbol de la selección Colombia. Durante esos 90 minutos del partido con una Colombia contaminada por las fumigaciones, ese día vamos a ser un país con un proyecto económico para integrarnos al mundo. La estupidez de este caso demuestra la absurdidad de estas dos excusas.

Colombia es entonces el país donde la propaganda mediática nos anuncia que el día en que se acabe la coca y haya paz ese día se acabaran todos los males de Colombia y seremos potencia mundial rápidamente. Vivimos todos con la facilidad de esas dos excusas, todos nuestros problemas se remiten a éstos, y despiadadamente anulamos todo razonamiento lógico para escondernos en la cobardía de las excusas.
Nuestros dos últimos presidentes han sido el claro ejemplo de cómo se pierden 8 años inútilmente. En esos 8 años el mundo ha entrado en una de las épocas más apasionantes de su historia la del mundo totalmente globalizado con desafíos tecnológicos industriales e intelectuales que estos dos estadistas no vieron en su miopía de hacendados. Un hacendado piensa en ensillar mulas y Colombia se maneja como a una gran finca que pertenece a unos pocos. Perdimos 8 años el uno 4 haciendo la paz para luego dejarle el turno al otro para que hiciera la guerra, dos líderes visionarios sin ninguna duda.
Pastrana que prometía la paz, palabra totalmente prostituida en Colombia. Paz entre 15 mil campesinos armados e ignorantes y 42 millones de colombianos o más bien paz entre esos 15 mil y la élite que el señor Pastrana representaba? Y claro es que a nadie le gusta que en la hacienda de uno no le obedezcan todos los empleados.
Luego vino Uribe, que por Dios si estudió todo lo que estudió en Harvard y Oxford que le vayan devolviendo lo de la matrícula, o de pronto es que no asistió a clase. A Pastrana no se le podía pedir más intelectualmente, pero por favor a Uribe sí. Pero no el cayó en el mismo juego, y como su predecesor no puedo resolver a las buenas el problema de la hacienda, éste decidió hacerlo a las malas. Uribe estudió para proponer dos cosas: hacer la guerra y arrodillarse ante Bush.
Utilizar todos los recursos de la nación y la limosna que nos da Estados Unidos para luchar contra 15 mil personas y destruir un vegetal, mientras que otros países estaban invirtiendo en nuevas tecnologías, en centros de investigación, en crear soluciones para adaptarse al mundo globalizado, nosotros preferimos seguir en nuestra finca sin que nadie nos moleste. Si analizamos la repartición de las tierras entre los colombianos, nos damos cuenta de que Colombia es una hacienda con varios dueños y uno de esos dueños se manda a que deje su hacienda y viva en el Palacio de Nariño.

Estas dos excusas se retroalimentan la una a la otra y luchar contra lo uno es luchar contra lo otro, con lo cual los colombianos quedamos envueltos en una mentira totalmente absurda pero que les conviene perfectamente a los hacendados. Y claro para que resolver los verdaderos problemas cuando podemos fácilmente escondernos cobardemente detrás de estas dos excusas.
Voto por el primer tipo que no hable ni del conflicto armado ni de la coca, pues ese tipo habrá ido a los problemas reales de un país subdesarrollado como Colombia. Dejemos las mentiras según las cuales Colombia seria una maravilla sin las armas y la coca: no somos diferentes ni originales y tenemos los mismos problemas que cualquier país subdesarrollado con matices colombianos claro está.

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