martes, noviembre 01, 2005

¿Debe reelegirse a Uribe?

SÍ a la Reelección de Uribe!

En el naciente Estados Unidos los Padres Fundadores no pusieron ningún límite de periodos presidenciales, y sería el General Washington que al cabo de su segundo mandato por sabiduría y por democracia decidió no ejercer un tercer cuatrienio. Todos siguieron ésta jurisprudencia moral y sólo se modificaría la Constitución después de los 4 mandatos-en condiciones extraordinarias-de Roosevelt. En Francia sin límites impuestos el régimen se convierte en una letárgica monarquía republicana. El problema no es la reelección, el problema es la sociedad democrática en la que se ejerce la reelección.
Sin embargo en Colombia, país donde “el que es caballero repite”, ninguno de los respetables caballeros que nos han dirigido se ha dignado a repetir su función dejando en manos de otro esa lucrativa actividad que es ser presidente de una República como la nuestra. Que Uribe sea un candidato o que no lo hubiese sido no cambia en absoluto el panorama deprimente de su mandato inaugural. Una reelección debe ser ante todo la continuidad de una obra cuyos resultados visibles hacen que la sociedad siga disfrutando de ellos, no puede ser en ningún caso un borrón y cuenta nueva.
La obra de Uribe de pronto aún es una maqueta virtual que no es real sino en la cabeza del presidente candidato. Por lo cual si el pueblo colombiano lo reelige será una actitud social irresponsable pues se vota por alguien que no ha hecho nada de lo que había prometido pero al cual se le da una segunda oportunidad para que demuestre su valía.
La reelección no es problemática por que Uribe sea el presidente candidato, con cualquiera de sus antecesoras la reelección hubiese carecido de legitimidad moral. El problema real de una reelección en Colombia es que el resto de los candidatos son tan iguales que cada elección colombiana es la reelección de una misma elite irresponsable. En Colombia nunca se ha votado por una programa político por una idea sino por un personaje de la misma casta social, con lo cual no es ilógico estar a favor de la reelección de Uribe pues a mi modo de ver es la elección de una persona del mismo séquito pero que en este caso se llamara igual que su antecesor. Cuando elegir es lo mismo que reelegir el sistema democrático se desvanece y la sociedad muestra todas sus carencias de querer progresar al aceptar el pacto social impuesto.

MUERTE a la Reelección!

Me permito no estar de acuerdo con la reelección de Uribe o de cualquier presidente colombiano tal y como los conocemos (Gaviria, Samper, Pastrana…: el que sea). Se dice, y mi contraparte (el oportunista“Buonaparte”) lo subraya, que una reelección está planteada para “darle continuidad” a unos proyectos. Pues bien, esa es la parte tenebrosa de la idea de la reelección. No voy a hablar de las promesas que todo candidato hace antes de hacerse elegir: no las cumplen nunca y de todas formas eso no es ningún descubrimiento. Desde los tiempos del Ágora Ateniense eso viene siendo cierto. Una vez electo, si el sistema lo permite, el gobernante nato tiende a aferrarse al poder. Como en Colombia eso lo prohibía hasta hace dos semanas la Constitución de 1991, Uribe ha dedicado todos sus esfuerzos a perennizarse: creando una suerte de mito de lo que sería Colombia sin él, y modificando el texto. Cuatro, ocho, dieciséis años más de Uribe no son, visto la bola de nieve de estos últimos cuatro, más que la institucionalización definitiva de la mentira y la corrupción, que son, a mi modo de ver, lo que deja su acción hasta el momento.
La mentira la venimos viendo desde el estrepitoso fracaso del referendo de 2003. A los cuatro vientos se cantó, como en la Divina Comedia de Dante, lo que nos esperaría de no ser aprobado: algo similar al Apocalipsis. Y claro, Colombia está probablemente peor hoy que hace dos años, pero eso no se debe a la no aprobación del referendo. Si estamos peor es justamente a causa de la mentira presentada como verdad: no estamos viviendo un conflicto armado, los paramilitares no son narcotraficantes ni, mucho menos criminales de guerra, el TLC con los Estados Unidos va a salvar al campo y a la industria colombiana.
Y en cuanto a la corrupción, un bien que no es exclusivo a eso que se llama la democracia colombiana, más Uribe sólo puede significar más y más podredumbre, por inaudito que parezca. Porque Uribe ya le debe bastante a todo eso que su referendo mentiroso pretendía combatir. Era, nos decían, un “Referendo Contra la Corrupción y la Politiquería”. No habiendo sido aprobado, se pasó a la vulgarización abusiva de compraventa de consciencias. Esas prebendas generalizadas, esa rifa de puestos. La imagen grotesca de Pastrana jurando como Embajador en Washington. Como justificación, se evocan el “servicio a la Patria” y demás virtudes inventadas. Si de verdad lo que queremos es, no digo “salvarla”, pero al menos evitar el tiro de gracia de esa pobre patria nuestra, es urgente empezar a ver las cosas como son.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me parece que hay que ver el contexto historico de la llegada al poder de Uribe, lo mismo que su continuidad, remember el gobierno catastrofico de Pastrana y su concubinato con la guerrilla, eso produjo la respueta electoral del pueblo colombiano. Acordemosnos que el colombiano vota es en contra de algo y no por algo, vberemos en las proximas elecciones contra que votara.

Anónimo dijo...

Usted habla del gobierno catastrofico de Pastrana, pero de el de Uribe que me dice?
El colombiano vota contra algo pues carece de la fuerza moral para entender una causa politica. Y tal vez si vota contra algo es porque es muy dificil escoger.

Candidatos Presidencia dijo...

Estoy de acuerdo con el comentario de Algaber, debemos aprender a ser conscientes de nuestras propias decisiones, considero que Uribe a hecho una buena gestión durante estos casí 8 años, por eso yo lo apoyaria para un tercer mandato, recientemente leí un artículo relacionado con este tema en un portal colombiano dedicado a brindar información clara y objetiva con todo el tema de las elecciones 2010.